La villa es un juego de mesa para un mínimo de dos jugadores y un máximo de cuatro. Se caracteriza, desde mi punto de vista, por ser muy entretenido y a la vez original tratando la época medieval desde un punto de vista organizativo de lo que era una villa por entonces.
Cada jugador tiene que prosperar y conseguir puntos dentro de la villa gracias a las fichas que representan los familiares de la familia, valga la redundancia. Mediante turnos y acciones simples (en la segunda partida ya has cogido más o menos la dinámica...), cada uno de los familiares puede prosperar formando parte de la gente influyente de la villa, como gobernantes o miembros del clero. O, simplemente, como ganadero, agricultor o comerciantes. También se puede obtener prestigio para la familia viajando a otras villas. Cada una de las partes del juego está bien estudiada y se refleja de forma fiel de acorde con los puntos que pueden otorgar. Los habitantes de la familia tienen hijos, que a su vez tienen hijos... así hasta una cuarta generación. El objetivo, por tanto, principal, según aprendí las partidas que jugué, es intentar que los miembros de la primera generación fallezcan pronto en una posición de privilegio y los miembros de la última generación estén bien situados cuando la partida termina. Tanto los primeros como los últimos otorgan la mayoría de los puntos de una partida. El resto se consigue al viajar o vender determinados productos, por ejemplo. Una vez el cementerio "de prestigio" se ha quedado sin huecos, se va rellenando el cementerio "normal" y cuando éste está lleno, la partida termina.
Por tanto, como ley de vida que es, nuestros familiares irán falleciendo y ocupando estos huecos. Y es que el juego se basa en consumir tiempo, ya que cada acción que emplee el jugador implica el gasto de unos determinados puntos de tiempo, como si de un reloj se tratase, y cuando el reloj da una vuelta, el jugador decide cuál de los familiares tiene que morir y colocarlo en el cementerio correspondiente, según los huevos. Sólo resta decir que no puede morir nadie de una generación mientras quede alguien vivo de la generación anterior (punto muy importante si queremos que se muera alguien de la familia con cierto prestigio...) y que, como parte de las acciones, es obvio, podemos decidir que nazca alguien de la generación por la cual nuestra familia aún se mantiene vida. Evidentemente, esto es mucho más complejo de explicar, pero a modo de resumen, refleja más o menos la dinámica del juego. Me gustó mucho por su rapidez de aprendizaje y sus partidas no demasiado largas, aunque eso sí, cualquier decisión mal tomada puede influir mucho en el resultado final. Gracias a Fernando por las partidas. Tenemos un Heroquest pendiente...